Fiesta de la comunidad de Castilla y León

Villalar de los Comuneros se sitúa en la parte sudoeste de la provincia de Valladolid cerca de la provincia de Zamora y a poco más de 14 kilómetros de Tordesillas, a orillas del río Hornija
Durante la repoblación se la conoció por Villalakt y en la Edad Media por Villa Lalle. Durante este tiempo tuvo cierta relevancia. Hay referencias documentales que en 1230 fue visitada por Fernando III el Santo y su madre Berenguela. También se sabe que perteneció a la Orden de Santiago y al Infantazgo de Valladolid. Eclesiásticamente perteneció a la diócesis de Zamora.
El hecho más relevante, y al que debe parte de su nombre, fue la batalla de Villalar, que se libró en el paraje conocido como Puente de Fierros, a las afueras de la localidad, el 23 de abril de 1521 y que puso fin a la Guerra de las Comunidades de Castilla que enfrentaba al rey Carlos V contra los Comuneros, campesinos, nobles, eclesiásticos y burgueses sublevados por la excesiva presión fiscal impuesta por el monarca y la pobre participación de Castilla en la política imperial.
Los sublevados constituyeron una «Junta Comunera» (su nombre fue Santa Junta) en Ávila que poco después se instauró en Tordesillas, donde estaba encerrada la madre de Carlos V, Juana I de Castilla, llamada La Loca quien había sido inhabilitada para el trono por su supuesta locura. Los Comuneros decían tener la aprobación de Juana para la constitución de Cortes.
Las tropas comuneras, comandadas por el capitán general Juan de Padilla, se retiraron hasta Torrelobatón y de allí tenían la decisión de llegar a Toro pero a la altura de Villalar, en el paraje conocido actualmente como Puente del Fierro son alcanzadas por el ejército real y derrotadas, siendo detenidos sus líderes, Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado. Estos son ajusticiados el día siguiente en la plaza del pueblo y sus cabezas expuestas en el rollo o picota del mismo.
Los hechos fueron recordados por dos monolitos, uno ubicado en la plaza del pueblo y otro en el lugar de la batalla. Villalar comenzó a denominarse «de los comuneros» y a considerarse como cuna del nacionalismo castellano y símbolo de la lucha de los pueblos por la libertad. A finales del siglo XIX se comienza a desarrollar un sentimiento nacionalista que culmina con la primera Fiesta de los Comuneros celebrada el 23 de abril de 1889.
En 1920, el ayuntamiento de Santander propuso que las corporaciones castellanas celebrasen el IV Centenario de los Comuneros de Castilla. Asimismo, la Casa de Palencia acordó en 1923 «que el 23 de abril próximo vayan todas las representaciones de Castilla a los campos de Villalar, a jurar el Santo Grial castellano, ante el escenario de la rota Villalar (…)».
En el año 1932 adopta oficialmente el «de los Comuneros».
En 1976 organizado por el Instituto Regional de Castilla y León se recupera la misma (aunque en aquella ocasión fue un 25 de abril) que se convierte en el «Día de la Comunidad» tornándose en carácter oficial. Cuando se decide que la celebración del «Día de la Comunidad» pasa a celebrarse, con carácter rotatorio, en las diversas capitales provinciales, la «Fiesta de los Comuneros» vuelve a tomar carácter reivindicativo.
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