Cápsulas de español



En una entrada anterior ya hablamos sobre el verbo poner y ponerse relacionado con el grado de responsabilidad que asume el individuo que comunica. Sin olvidar esto -que en ocasiones cambia el significado de la expresión-, nos encontramos con expresiones idiomáticas que reflejan un estado, a saber:
Poner( -se) negro: Estar muy enfadado, muy preocupado o muy harto de algo. Puedo estarlo yo o puedo poner a alguien en ese estado:
Ej.: Me pongo negra cuando encuentro abierta el dentífrico.
Ej.: Me pone negra encontrar el dentífrico abierto.
Poner verde a alguien y ponerse verde: En este caso, el verbo pronominal (ponerse) adquiere un sentido diferente al del verbo poner. Veamos los ejemplos:
Ej.: María me puso verde porque no había ido al cine con ella (= criticar)
Ej.: Juana se pone verde de envidia cuando me ve en mi coche nuevo (=envidiar a alguien).
Ponerse morado: Satisfacer en exceso el deseo de una cosa, especialmente de comida o bebida (en España). Cuando se come o se bebe en exceso los capilares de la cara se marcan alrededor de la nariz y los pómulos; esos capilares vistos en conjunto dan la sensación de color morado.
Ej.: Ayer compramos pasteles y me puse morado. Después me costaba esfuerzo moverme.
Ponerse rojo: Cuando nos sentimos ansiosos o avergonzados nos sonrojamos. Ponerse rojo es una respuesta involuntaria de nuestro sistema nervioso simpático que provoca que los vasos sanguíneos se dilaten y la sangre fluya mejor a nuestro rostro.
Ej.: Siempre que el profesor me pregunta algo en clase me pongo roja y no sé qué decir.
Categorías:Cuestiones gramaticales