Historia del español

El idioma castellano

Poema de Pablo Parellada

Pablo Parellada Mola

Este poema, de hace tantos años, sigue teniendo vigencia en lo que al castellano se refiere. Es un poema cómico que invoca de forma burlesca a escribir bien nuestro precioso idioma. ¿Te atreves?

Parellada Molas, Pablo. Melitón González. Valls (Tarragona), 13.VI.1855 – Zaragoza, 15.X.1944. Escritor, periodista y dibujante.

Con ayuda del hermano mayor, médico militar que pidió destino en Cuba para sufragarle los estudios, ingresó en la Academia Militar de Guadalajara en 1873.

Egresado con el número tres, amplió sus estudios de ingeniería militar en París. Ascendido a capitán, fue nombrado profesor de la Academia de Toledo y escribió uno de los primeros folletos que se ocupó en España de los entonces nacientes fluidos eléctricos.

En 1881 casó con Rosa García Larascua, con la que tuvo trece hijos. Tras los destinos de Logroño, Valladolid y Las Palmas, en 1896 fue ascendido a coronel, al mando del Regimiento de Pontoneros de Zaragoza, ciudad que ya no abandonó.

Desde su estancia en Toledo había comenzado a publicar jocosas colaboraciones en la prensa. Comenzó en La Avispa de Madrid, pero pronto llegó, tanto en su vertiente de escritor como en la de dibujante, a periódicos más importantes: Madrid Cómico, Barcelona Cómica, La Correspondencia de España, Gedeón, La Vanguardia. En seguida empezó a usar el seudónimo de Melitón González y sus producciones, que no tardaron en cruzar el océano, fueron recogidas en Caras y caretas El Hogar, de Buenos Aires, o Pictorial Review, de Nueva York. Pero fueron ABC Blanco y Negro los que lo convirtieron en una de las firmas más populares del país. En el primero hizo famosa una sección, “Copio, copias, copiare”, donde satirizaba los gazapos de la prensa, y en el segundo, dentro del apartado “Camelancias e intrinutrias”, daba salida a su vena censora y escéptica

En 1895 probó suerte en el teatro con el juguete cómico Los asistentes, que tuvo un gran éxito hasta el punto de que sobrepasó la docena de ediciones.

Desde entonces no cejó en el género cómico, estrenando o publicando muchas decenas de obras breves.

Algunas de ellas las recogió en Entremeses, Sainetes, Monólogos-Diálogos y Teatralerías (1921). De sus obras para la escena destaca El Tenorio modernista, subtitulada remembrucia hipocrénica, enoemática y jocunda en una película y tres lapsos, la más inspirada y desternillante de las muchas parodias del modernismo.

Con gracia imitó también a Tirso de Molina: Amores sangre derraman; don Ramón de la Cruz: El buscador buscado; Zorrilla: Camelo Tenorio; Echegaray: En los labios de la muerte; los Quintero: La cocina e, incluso, a sí mismo: Historia de Cristóbal Colón. Además de su ingente producción periodística y para el teatro, publicó distintos títulos de novela corta, prosas cómicas y una novela, Memorias de un sietemesino, en la que no faltan los elementos autobiográficos ni la crítica a la milicia.

El idioma castellano

Señores un servidor:
Pedro Pérez Baticola,
cual la Academia Española,
«limpia, fija y da esplendor».

Pero yo lo hago mejor;
y no son ganas de hablar,
pues les voy a demostrar
que es preciso meter mano
al idioma castellano
donde hay mucho que arreglar.

¿Me quieren decir por qué,
en tamaño y en esencia,
hay esa gran diferencia
entre un buque y un buqué?

¿Por el acento? Pues yo,
por esa insignificancia,
no concibo la distancia
de un presidio a presidió.

Ni de tomas a Tomás,
de un paleto a paletó
ni de topo a que topó
ni de colas a Colás.

Mas dejemos el acento
que convierte, como ves,
las ingles en un inglés
y vamos con otro cuento.

¿A ustedes no les asombra
que diciendo chico y chica,
majo y maja, rico y rica
no digamos hombre y hombra?

Y la frase tan oída
del marido y la mujer
¿por qué no tiene que ser
el marido y la marida?

El sexo a hablar nos obliga
a cada cual como digo;
si es hombre, me voy contigo;
si es mujer, me voy contiga.

¿Por qué llamamos tortero
al que elabora una torta
y al sastre que ternos corta
no le llamamos ternero?

Como tampoco imagino
ni el diccionario me explica
por qué al que gorros fabrica
no se le llama gorrino.

¿Por qué las Josefas son
por Pepitas conocidas,
como si fueran salidas
de las tripas de un melón?

¿Por qué el de Cuenca no es cuenco,
bodoque el que va de boda,
y al que los árboles poda
no se le llama podenco?

Cometa está mal escrito
y por eso no me peta;
¿hay en el cielo un cometa
que cometa algún delito?

Y no habrá quien no conciba
que llamarle firmamento
al cielo, es un esperpento;
¿quién va a firmar allá arriba?

¿Y es posible que persona
alguna acepte el criterio
de que llamen monasterio
donde no hay ninguna mona?

De igual manera me quejo
al ver que un libro es un tomo;
será un tomo si lo tomo
y si no lo tomo, un dejo.

De largo sacan largueza
en lugar de larguedad;
y de corto, cortedad,
en vez de sacar corteza.

Si el que bebe es bebedor,
el sitio es el bebedero,
y hay que llamar comedero
a lo que hoy es comedor.

Comedor será quien coma,
como es bebedor quien bebe:
y de esta manera debe
modificarse el idioma.

¿Y vuestra vista no mira
lo mismo que yo lo miro,
que quien descerreja un tiro
dispara, pero no tira?

Este verbo y más de mil
en nuestro idioma es un barro;
tira el que tira del carro,
no quien dispara un fusil.

Si se le llama mirón
al que está mirando mucho,
cuando ladre mucho un chucho,
hay que llamarle ladrón;

porque la sílaba –on
indica aumento, y extraño
que a un ramo de gran tamaño
no se le llame Ramón.

Y, por la misma razón,
si los que estáis escuchando
un buen rato estáis pasando,
estáis pasando un ratón.

¿Y no es tremenda gansada
en los teatros que sea
denominada platea
lo que nunca platea nada?

De la cárcel al rector
se le llama carcelero;
luego a quien es director
de una prisión, ¡por favor!
Hay que llamar prisionero.

Ya basta para quedar
convencido el más profano
que el idioma castellano
tiene mucho que arreglar.

Aquí se acaba la historia.
Si ahora, para terminar,
unas palmadas me dan,
ustedes no extrañarán
que les llame palmatorias.

Autor: Pablo Parellada, ”Melitón González”

Categorías:Historia del español

7 respuestas »

  1. ¡Buenas tardes!
    Lo primero: agradecer a Dña. Ana este blog tan interesante y bien escrito, y ameno.
    Al grano: sobre D. Pablo Parellada Molas hace meses inicié una búsqueda de su biografía y bibliografía, a causa de que en la internet sus obras más repetidas son dos monólogos en verso (para su representación en un teatro), EL IDIOMA CASTELLANO y LAS CHIMENEAS (también conocido como «La Razón Oficial»), y el cuento LA PESCA DEL GALLO EN MELILLA; raro el hallar algo más. Trato de encontrar las obras originales.
    Sobre el «Idioma Castellano», tengo dos versiones originales del autor, semejantes y distintas.
    Asimismo, es fácil hallar párrafos de los versos insertos en varias de sus obras; por ejemplo, en la (estupenda) novela «Memorias de un sietemesino».
    Ambas versiones no coinciden con la habitual en la internet, cuya fuente aún desconozco. Y tiene unas estrofas no contemplados en aquellos.
    Una versión se publicó en la Revista BLANCO Y NEGRO, Madrid, número 1311, 02-07-1916, página 25. Disponible en: https://www.abc.es/archivo/periodicos/blanco-negro-19160702.html
    Otra, posterior, se publicó en un libro con monólogos de Pablo Parellada editado por la SOCIEDAD DE AUTORES ESPAÑOLES, Madrid, 1918. Disponible en: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/29/Mitin_pro_cocineras_-_mon%C3%B3logo_en_prosa_%3B_El_idioma_castellano_-_mon%C3%B3logo_en_verso_%3B_Las_chimeneas_-_mon%C3%B3logo_en_verso_%28IA_mitinprococinera4142pare%29.pdf
    Significo que el Catedrático de Zaragoza D. Javier Barreiro Bordonado ha estudiado la vida y obra de Pablo Parellada, Melitón González. Os invito a visitar su blog: https://javierbarreiro.wordpress.com/2013/09/03/pablo-parellada-meliton-gonzalez/
    FIN. No sigo, porque este no es mi blog (que no lo tengo). Pongo a disposición de Dña. Ana, si es de su interés, el texto de las otras versiones del Idioma Castellano. Un saludo.

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    • Muchísimas gracias, Agustín!
      Da la casualidad de que mi Tesis doctoral es «La etimología popular en los sainetes madrileños», y tengo muchas obras originales de finales del XIX y principios del XX. Comprobaré si tengo alguna de D. Pablo Perellada.

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  2. Buenas tardes.
    Considerando la preocupación por escribir y hablar bien en idioma castellano (y en catalán) de D. Pablo Parellada, «Melitón González» para nuestros bisabuelos, rescaté en la hemeroteca del diario ABC este monólogo en verso de la revista BLANCO Y NEGRO, Madrid, 21-12-1913, página 39, para provecho y deleite de sus lectoras y lectores: VOCES DE FAUNA.

    «VOCES DE FAUNA.

    Caballeros, francamente, no sé qué tiene la Fauna, que muchísimos poetas, cuando de animales tratan, dicen tales tonterías que no es posible pasarlas: unos, que los gatos rozan; otros, que los perros graznan, que relinchan los mosquitos y pipían las jirafas.
    Pasemos por la licencia poética, mas no tanta que tengamos, por la rima, otra vez hormigas blancas.
    Mis queridos compañeros: si desconocéis la Fauna, pasad por la Biblioteca Nacional una mañana; pedid un buen diccionario, y encontraréis en sus páginas: que el hombre chirla y efunde, llantea, se desgañita, zollipa, ulula, bisbisa, chichisbea, jipa, guaya, gargaliza, taparea, musita, rezonga y habla.
    El asno rebuzna y rozna.
    El loro vocea, canta, chilla, silba, vocifera, chirla, parlotea y habla.
    El toro resopla, muge, bufa, bravía y rebrama.
    Los pajarillos gorjean, chirrían, pipían, cantan.
    La pantera y la onza himplan.
    La oveja balita y bala.
    La cigüeña crotorea.
    Grilla el grillo. El pato parpa.
    Maulla el gato, mía, bufa, miaga y sopla. El ganso grazna. La gallina cacarea, cloquea, gaznea y gazna.
    El cuervo y grajo crascitan, graznean, grajean, croajan.
    La perdiz castañetea y cuchichía. La rana croa. El jabalí rebudia.
    El perro regruñe, ladra, late, aulla, hipa, gañe, ulula, gruñe y regaña.
    El buho ronea y ayea.
    Cantan chicharra y cigarra.
    El cochillo guañe y gruñe.
    Los leones rugen, braman.
    Los gamos pitan y roncan.
    El gallo gallea y canta.
    Berrea y muge el becerro.
    Voznea el cisne en el agua.
    El lobo ulula y aula si vacía está su panza.
    El mono castañetea, chilla cuando se le casca e hipa si llega a ver cosa alguna que le escama.
    El cerdo, constantemente, gruñe y regruñe por nada.
    Relincha el caballo, bufa y resopla si se espanta.
    La grulla gruye; las tórtolas y palomas, apareadas, arrullan.
    Et sic de céteris de cada animal.
    Y basta de escribir que muge el mirlo y que el cocodrilo ladra.

    Por MELITÓN GONZÁLEZ».

    (El mecanografiar este texto, revisarlo, y posterior búsqueda en el diccionario de algunas palabras ha llevado su tiempo). Un saludo.

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  3. Desde 1911 o 1912, cada veintiuno del mes de Septiembre, día de la fiesta de San Cacahuete, hay Juego florales en Puebla de Trébede.
    Si quién lee estas letras tiene interés en presentarse, sepa que D. Pablo Parellada informó de los requisitos:

    «LOS LAUREADOS POR SÍ MISMOS.

    De los dos periódicos de Puebla de Trébede, el más veterano y que más se vende es «La Voz del Grillo».

    Martínez, Meléndez, Moles, Palomínez, Pedroles y Pérez son los redactores que aquél diario tiene.

    Cada año, el veintiuno del mes de Septiembre, día de la fiesta de San Cacahuete, hay Juego florales en Puebla de Trébede, Juegos en que ocurre la cosa más célebre: del jurado, Moles es el presidente; un vocal, Martínez, y el otro, Meléndez; esto cargos cambian al año siguiente: preside Pedroles, un vocal es Pérez y otro Palomínez.

    Y resulta: siempre que forman un jurado los tres de la eme, que los tres señores de la pe merecen los mejores lauros; y si es presidente el señor Pedroles, un vocal es Pérez y otro Palomínez, entonces obtienen los lauros mejores los tres de la eme, o sean: Martínez, Moles y Meléndez.

    Esta gran combina de mutuos laureles llevan explotándola doce años o trece, y como de sabios se dieron patente, cuando Dios disponga que su fin les llegue, los restos mortales de estos seis percebes serán conducidos al panteoncete de los muy ilustres pueblatrebedenses.

    ¿Cuántas poblaciones creerán ustedes que, en Juegos florales lo mismo proceden?

    Son en tan gran número que no hay quien las cuente.»

    Por MELITÓN GONZÁLEZ.
    Publicado en la revista BLANCO Y NEGRO, Madrid, 8 MAY 1924. Nº 1722.

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